Técnicas de fraude generacional: de los millennials a los boomers

11-05-2021

Las empresas adaptan constantemente sus tácticas de marketing y ventas a las diferentes demografías de clientes. Y los estafadores han adoptado la misma técnica para cometer fraude al consumidor. En el mundo de las estafas online existen varios tipos de ataques específicos contra determinados sectores, lo que también se conoce como fraude generacional. El fraude y el robo de identidad ya no se llevan a cabo con un enfoque genérico. 

Porque, aunque la tecnología se ha convertido en una parte esencial de nuestra vida diaria, es evidente que cada generación interactúa con la ella de manera diferente, y los estafadores han perfeccionado el arte de entender los diferentes comportamientos inherentes a cada generación. Personalizando sus tácticas consiguen llegar a más víctimas con más rapidez y eficacia. Las estrategias son muy específicas en lo que se refiere a cómo y cuándo se ponen en contacto con sus víctimas para engañarlas.

Es decir, el tipo de ataque varía en función de la generación a la que pertenecen. Según el Estudio de fraude de identidad Javelin de 2021: Shifting Angles, los millennials suelen ser víctimas de delitos financieros a través de mensajes que prometen premios o solicitan confirmaciones de transferencias peer-to-peer (P2P). Los boomers suelen recibir llamadas automáticas que fingen ser proveedores de servicios sanitarios o la famosa estafa de la actualización del seguro de coche. Los estafadores saben que tienen más posibilidades de tener éxito si se aproximan a las víctimas por los medios que son más familiares para ellas.

4 tipos de víctimas de fraude generacional

Fraud

1: Generación Z

Con un alcance demográfico entre los 11 y 24 años, la generación Z es la más joven afectada por el fraude. Este grupo de edad ha estado expuesto a la tecnología desde muy joven, de ahí que las tácticas de fraude sean más innovadoras y sofisticadas a nivel tecnológico que los métodos tradicionales. Los cibercriminales que tienen como objetivo a la generación Z suelen usar tácticas como solicitudes en redes sociales y chatbots para ponerse en contacto con sus víctimas. Después los invitan a hacer pagos P2P a través de plataformas como PayPal, Square y Venmo, que pasan, de manera inconsciente, a ser un actor más en estas redes de mulas de dinero.

2: Millennials

Los millennials también han estado expuestos a la tecnología durante casi toda su vida, por eso suelen sentirse cómodos interactuando digitalmente. Sin embargo, suelen ser víctimas de robo de identidad a más niveles que otras generaciones. Según la Comisión Federal de Comercio (FTC, Federal Trade Commission), los millennials tienen un 25 % más de posibilidades de perder dinero por fraude que la generación X y los baby boomers.

Las víctimas de fraude de esta generación, que tienen entre 24 y 40 años, tienen más posibilidades de enfrentarse a fraude a través de llamadas automáticas y mensajes de texto, y de ser víctimas de los incentivos en forma de premios o de mensajes de transacciones, tales como el seguimiento de paquetes o confirmaciones de transferencias de dinero P2P.

3: Generación X

Las personas que tienen entre 41 y 65 años forman parte de la generación X. No tuvieron acceso a la tecnología moderna desde la infancia, pero tienen bastante experiencia usando tecnología. Sin embargo, no se sienten cómodos usando tantos servicios digitales como la generación Z y los millennials. Algunas de las tácticas de fraude que se usan para entrar en contacto con la generación X son llamadas automáticas, mensajes de texto y correos electrónicos.

Las víctimas de fraude de la generación X suelen ser más vulnerables a desencadenantes como información financiera, tasas de interés y recogida de paquetes. Los criminales suelen aprovecharse de sus puntos más vulnerables para llevar a cabo los fraudes.

4: Baby boomers

Los estafadores suelen ponerse en contacto con los baby boomers, adultos con edades comprendidas entre los 55 y los 75 años, a través de métodos más tradicionales. Las personas de edades más avanzadas y los baby boomers tienen más posibilidades de responder a llamadas automáticas, mientras que es mucho más fácil acceder a las generaciones más jóvenes a través de otras vías tecnológicas y comunicaciones. Algunos de los factores desencadenantes más comunes dirigidos a los baby boomers son fraudes relacionados con Hacienda, la Seguridad Social, salud, tarjetas de crédito y garantías de consumidor.

Fraude generacional en la industria financiera

Las generaciones más jóvenes suelen sentirse más cómodas usando monederos electrónicos y métodos P2P, de ahí que también sean más propensas a caer víctimas de fraude en la industria de los servicios financieros digitales. Las estafas por fraude de identidad se cobraron 18 millones de víctimas de cartera digital y de fraude en P2P.

Aunque cada generación se siente cómoda asumiendo niveles de riesgo diferentes asociados con el uso de servicios digitales, las empresas pueden ofrecer múltiples salvaguardas para prevenir el fraude. La adopción de soluciones de verificación de la identidad garantizará la protección de estos consumidores frente a las vulnerabilidades

Ser víctima de fraude significa que las organizaciones se arriesgan a perder beneficios, a dañar la imagen de la marca y a perder clientes, sobre todo si la experiencia del consumidor es negativa durante la etapa de resolución del problema. De hecho, el 51 % de los consumidores P2P y monederos digitales que han sido víctimas de fraude han tenido que pagar parte del dinero, y solo un tercio de las víctimas de fraude quedó satisfecho con la solución dada al caso de fraude.

Aunque en las instituciones financieras se presta mucha atención a las actividades fraudulentas, las empresas que no están relacionadas con las finanzas también corren mucho riesgo y los consumidores pueden ser engañados con mucha facilidad. Últimamente, los cibercriminales se han concentrado en robar las credenciales de los consumidores para entrar en cuentas de servicios de tecnología no financiera y hacer transacciones fraudulentas. Por ejemplo, las generaciones más jóvenes están siendo atacadas a través de servicios de entrega de comida, como Grubhub, Instacart y UberEats. Este tipo de fraudes supusieron el 18 % de los robos de cuentas no financieras en 2020.

Mitigando el fraude generacional

Los estafadores descifran las tendencias de los consumidores con mucha rapidez. Especialmente durante la pandemia. Y usan esos conocimientos a su favor. Los estafadores de éxito conocen los patrones de comportamiento de sus víctimas. Saben cuándo son más vulnerables y bajan la guardia.

Además de usar soluciones de detección de fraude y verificación de identidad, los proveedores de servicios financieros deberían poner a disposición de sus clientes información y recursos sobre fraude. No todas las técnicas de fraude son iguales y tampoco son fáciles de detectar; por eso cada generación tiene que entender dónde están expuestos a más riesgos.

La responsabilidad de las empresas es garantizar que se minimiza el fraude al cliente y el robo de identidad. Priorizando iniciativas para evitar el fraude generacional y otros tipos, las instituciones financieras pueden fomentar la confianza digital, aumentando la prevención de fraude y administrando mejor las expectativas para los clientes actuales y futuros.