Mariona Campmany: «Solo las personas que trabajan como máquinas pueden ser sustituidas por máquinas»

13-07-2022

Mariona Campmany, Digital Identity and Innovation Lead en Mitek, ha participado en un nuevo podcast del #CyberCoffee de CyberSecurity News. El tema central ha sido la acelerada evolución de la tecnología que estamos viviendo, y cómo en algunos casos de produce un cierto antagonismo persona-máquina.

¡Aquí tienes el podcast completo!

Se está debatiendo mucho sobre la evolución de la inteligencia artificial, pero todavía surgen muchas dudas y preguntas por responder.

Por ejemplo, se habla de la automatización y la IA para sustituir tareas que actualmente llevan a cabo personas, lo que genera incertidumbre sobre el futuro laboral de determinados puestos de trabajo. ¿Esto es realmente así? Según Mariona Campmany, en toda revolución, como hemos visto a lo largo de la historia, el mundo laboral evoluciona. Es cierto que surgen nuevas tecnologías y hay máquinas cada vez más inteligentes, por lo que es lógico que las personas sientan un cierto temor a ser reemplazadas, pero hay que tener claros cuáles son los límites de la inteligencia artificial. En opinión de Mariona, no está claro que un software pueda sustituir plenamente a las personas.

Tendemos a pensar que la IA es una tecnología que puede imitar o reemplazar a un ser humano, y aunque esto es cierto en algunas tareas concretas, más automatizadas o que aportan menos valor, al final la IA no está al nivel de las plenas capacidades de la inteligencia humana. Es decir, el primer gran límite de la IA es la incapacidad de pensar como un ser humano. En la toma de decisiones de una persona influyen muchos factores que la IA no puede imitar, como la creatividad, el sentido común, el espíritu crítico o el sentido ético.

Habrá una evolución de la relación laboral persona-máquina. La IA puede ser muy eficiente, por ejemplo, en las primeras fases de la verificación digital de una persona, para la detección del fraude online, y así poder dedicar recursos humanos a otras áreas del ciclo de vida del cliente. Pero ni en estas fases iniciales podemos depender al 100% de la IA, que aplica un rigor excesivo y puede afectar negativamente a la experiencia del usuario.

En resumen, la IA puede resultar útil en tareas donde hay muchos automatismos, pero no donde se necesita una visión creativa.

Sin embargo, la IA ofrece un enorme valor añadido cuando la empresa cuenta con profesionales para sacarle partido, porque al final son los humanos quienes crean la IA. Por ejemplo, en Mitek se aplica la IA para detectar el fraude y la falsificación en operaciones digitales, pero siempre de forma controlada y supervisada por personas.

Por otra parte, ¿puede el machine learning estrechar la brecha que separa la máquina o IA de la persona humana? Mariona explica que el machine learning permite a la máquina aprender y volverse más inteligente. La pregunta pertinente es si una máquina podría llegar a resolver un problema nunca antes planteado, y aunque la ciencia ficción nos dice que sí, lo cierto es que todavía estamos lejos de vernos superados en aspectos tan fundamentalmente humanos.

Además, el conocimiento y la creatividad que tenemos hoy en día las personas crece a un ritmo muy acelerado, y procesamos mucha más cantidad de información. Adoptamos metodologías y sistemas nuevos constantemente, y contamos con herramientas que nos permiten cuantificar y analizar toda la información que nos llega. Esto nos lleva a un mundo donde solo los humanos que trabajan como máquinas podrán ser sustituidos por máquinas. Un ejemplo es la mecanización de la agricultura, que hizo desaparecer ciertos puestos de trabajo, pero hizo aparecer otros diferentes; hubo una evolución. Con la IA sucederá lo mismo. Los humanos tenemos una gran capacidad de reconvertir roles y readaptarnos con resiliencia.

En lo relativo a seguridad y privacidad, la IA nos distrae de otros problemas más reales, como las posibles amenazas a la privacidad o a la regulación de las tecnologías biométricas. Deberíamos ser capaces de ver la tecnología cognitiva como una aliada para nuestra seguridad. De hecho, en un estudio de Mitek el 74% de consumidores asegura que la seguridad es el elemento más importante de su experiencia online. En este sentido, la IA es una tecnología clave para la seguridad digital